BERNABÉ NOYA, PREGONERO MAYOR DE LAS FIESTAS DE SAN MATEO DE LA CIUDAD DE MONZÓN.
“El Empresario arraigado en su tierra”
Bernabe noya nació en Perrarúa (1961) y es vecino de Monzón desde los nueve meses de edad. “Otro montañés del llano”, que diría el castizo. Empezó a trabajar en una empresa a los 17 años, y durante dos décadas se desenvolvió con soltura en las labores de gestión. La precocidad laboral le impidió concluir los estudios de técnico administrativo, y el déficit de formación reglada lo cubrió con la experiencia de la práctica cotidiana que acostumbra a doctorar “cum laude” a quien se esmera. Luego, con el paso del tiempo, varios seminarios de renombre en los campos de la dirección y gestión de empresas, las finanzas y los idiomas, compactaron su equipaje de conocimientos. Acudiendo al tópico de las películas americanas de mediados del siglo pasado, se puede decir que Noya es un personaje “hecho a sí mismo”. Hoy los llaman “emprendedores”.
En 1996, en medio del “boom” de las llamadas nuevas tecnologías, el imparable despegue de la telefonía móvil y el fenómeno económico y social de la globalización, y con el decorado de fondo de la liberalización del sector de las Telecomunicaciones, el Montisonense nacido en la Ribagorza crea el Grupo Meflur, le inyecta la savia de su visión para los negocios, lo diversifica porque no es bueno poner todos los huevos en la misma cesta y, siempre alerta a la que salta, le hace un hueco- no precisamente pequeño- en una parcela empresarial tremendamente competitiva y gobernada por gigantes que a otros les hubieras hecho levantar el pie del acelerador- A Noya, no. Al contrario: Cada reto le suponía un nuevo acicate.
Han trascurrido diez años y el Grupo Meflur Comunicaciones es hoy uno de los “gigantes”. Cuatro pinceladas: Primera empresa de la provincia y séptima de Aragón por volumen de facturación; sexta firma Nacional del sector de las Telecomunicaciones y una de las 250 más importantes de España en el ranking global; ventas de 450 millones de euros en 2004 y creciendo, y una plantilla de más de 800 trabajadores entre todas las sociedades. Ya ha quedado dicho: A quienes articulan estos imperios los llaman emprendedores. En Perrarúa y Monzón: Espabilados y trabajadores.
Meflur es el grupo español de telefonía móvil con mayor peso específico fuera del estado Español, su actividad se reparte en diez líneas de negocio y aglutina a más de 30 empresas. Los nombres suenan porque saltan a los ojos por doquier: Phoneland(Tiendas), Comunic@rte(Plataforma de mensajes móviles utilizada por numerosos programas de televisión). Wonderlabs (desarrollo de aplicaciones de la telefonía móvil), XTREME TECH (Mayorista de productos de telecomunicaciones), Lab Mobile( reparaciones),Euronet Meflur Movilcarga…
Bernabé Noya es el artífice de este “rascacielos” que, bien cimentado, sigue creciendo. La estructura no se resiente, sino que se hace más fuerte. Y el empresario que lleva con todo mérito el título de “ciudadano del mundo” permanece arraigado a su tierra: En Monzón radica la sede central de Meflur, en Monzón se ve el respaldo del Grupo a innumerables actos deportivos y culturales, y en Monzón trota con más alegría el equipo de fútbol gracias al Patrocinio de Noya. En París, Hamburgo o Sâo Paulo, cuando llega a una reunión de alto nivel el equipo de Meflur, se escucha: “Ahí vienen los de Monzón”, y Noya se ufana de que suene su ciudad. No son pocos los que se extrañan de que su base de operaciones no radique en Madrid o Barcelona, y él, en esta cuestión, no da su brazo a torcer: “Estoy bien en casa”. ¡Vaya lujo para esta tierra!
En este Septiembre de 2005, Bernabé Noya oficiará de Pregonero Mayor de San Mateo, y cabe pensar que al concejal de festejos no le habrá costado mucho convencerle, y que habrá sido más difícil conseguir el “SI” de la agenda que el personal. El empresario encumbrado es un hombre “cercano”, de agradable trato y ajeno a las vanidades que ensombrecen a muchos triunfadores. Igual se sienta en el sillón presidencial de una reunión en la que se ventilan contratos de millones de euros, que en una butaca del “Isidro Calderón”, y si le pides un “empujón”, para escenificar una cita cultural o deportiva, no tiene otra contestación más que la de “Venga, esto tiene que salir adelante”.
Seguramente, en la lectura del pregón Bernabé reservará un párrafo para dar las gracias a su gente, a la plantilla que le secunda, y así repartirá las flores del éxito entre muchos, pero el aplauso de la plaza Mayor será íntegro para él porque, seamos sinceros, eso de que grandes ejecutivos digan “Ahí vienen los de Monzón” nos hincha el pecho. ¿O no? Y eso es “mérito” exclusivo de Noya. En cuanto a la posibilidad de que explique el secreto para ser un “lince” en los negocios, no hay esperanza de nuevas palabras: tener iniciativa y estar a la que salta, no dormirse en los laureles y perseverar.
Ahora los llaman emprendedores. En Perrarúa y Monzón: Espabilados y trabajadores.
F.J Porquet