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Bernabé Noya uno de los protagonistas del libro “Personajes de Aragón”

Bernabé Noya, es uno de los protagonistas del libro “ Personajes de Aragón”, que el escritor Cesar Liesa ha recopilado y que representa a las personalidades con más relevancia de todo Aragón.

Bernabé Noya trabaja rodeado de teléfonos en la misma localidad que le vio crecer. La puerta de su despacho no está cerrada. Quizá procure dejarla siempre abierta para que entren en él las ideas de su equipo, al que atribuye buena parte de su éxito en esta vertiginosa carrera suya. Necesita poco más. Y es que, para este emprendedor, la clave está en las cosas sencillas, en el compromiso social, en la honestidad y en la ilusión. Ese mismo impulso que, a mediados de los noventa, le llevó a crear una compañía que hoy en punto de referencia en el mundo de la telefonía móvil. Puso a Monzón en el mapa mundial de las nuevas tecnologías de la información y contagió de su entusiasmo por ellas a la que, con el tiempo, se convertiría en la primera localidad española en usar sms para transmitir información municipal. Su proyecto sigue creciendo.

Entrevista a Bernabé Noya a raíz de su aparición en el libro “Personajes de Aragón”

Un teléfono cambió su vida… ¿Quién se lo iba a decir?

Un teléfono cambió mi vida…Y la de todo el mundo. El último decenio nos ha traído algunos de los cambios más importantes que han tenido desde que existe la humanidad. Internet, la posibilidad de que la información y los datos lleguen en cualquier momento y a cualquier lugar, la movilidad…Y, sobre todo, la interactividad. La red mundial de telecomunicaciones representa un nuevo universo. Y lo increíble es que los cambios más importantes están todavía por llegar.

Y hoy preside usted la mayor empresa de Huesca, la de mayor volumen de exportación de la provincia, la séptima de telecomunicaciones en España…Son muchas cifras.

Pero las cifras sólo son números. Y los números tienen una importancia relativa. A mí me gusta más hablar de proyecto.

Han hecho una verdadera revolución…

Desde el principio apostamos por e sector, supimos que estábamos ante una auténtica revolución. Ahora, en la palma de la mano, uno puede tener miles de datos y moverlos a nivel mundial.

¿Dónde comenzó su historia como emprendedor?

Llevo estudiando y trabajando desde los 16 años. Antes de fundar mi empresa, hice muchas cosas, desde crear una línea marítima del Mediterráneo al Báltico a lanzar un proyecto de exportaciones de productos de Monzón a 95 países del mundo. Pronto supe que lo mío era crear y creé esta empresa. Hubo una gran oportunidad que nos abrió el mercado. Fue la liberalización del sector de la telefonía móvil en 1995. Desde entonces, hemos vivido en un proyecto ilusionante.

¿Cree que las grandes oportunidades llegan a que uno las encuentra?

Creo que las grandes oportunidades llegan pero que, para que eso ocurra, hay que estar buscándolas constantemente.

Desde entonces hasta ahora, este sector ha evolucionado muchísimo. Les obliga eso a vivir permanentemente en el futuro.

Sí. De hecho, muchas veces se dice que, igual que un año de vida en un hombre equivale a siete de un perro, este sector nuestro evoluciona siete veces más rápido que otros tradicionales. Pero también nos gusta recordar nuestra historia. Hasta hemos creado un pequeño museo de la telefonía que recoge desde los aparatos que se utilizaban durante la Guerra Civil a los dispositivos más modernos.

Ahora, la internacionalización es un reto…

En una economía tan globalizada, se da la paradoja que, o bien eres una empresa muy local o no puedes sobrevivir si no compites en el plano internacional. La internacionalización es una auténtica necesidad para empresas como la nuestra. En nuestro caso, contamos con una trayectoria en países donde estamos haciendo un gran número de operaciones y en los que ya tenemos infraestructura propia, como Francia, Colombia, Argentina, Chile , Brasil, Méjico…

Está llevando el nombre de Monzón por todo el mundo.

Además, nos conocen en el sector como los de Monzón. Hemos tenido la oportunidad de presumir en todo el mundo de nuestra tierra, de nuestra gente y de nuestras costumbres. Y eso que, antes, parecía que las grandes compañías sólo podían estar en grandes ciudades. Eso también ha cambiado.

Los servicios de sms ha permitido crear una interacción de la televisión con sus espectadores…Y eso pasa en gran parte por ustedes.

Es verdad el control de muchos de estos procesos se lleva a cabo desde Monzón. Eso nos ha permitido ser portadores de un pequeño grano de arena dentro del sueño de la interactividad. Hemos tenido el orgullo de llevar durante muchos años temas de tanta responsabilidad como las votaciones del Festival de Eurovisión, donde en cinco minutos hay que dar los datos y además con un nivel de exactitud del cien por cien. Ahora, la televisión digital va a abrirnos nuevas posibilidades.

Ustedes han sido pioneros en las telecomunicaciones en diferentes líneas de negocio. ¿De cuál se siente más orgulloso?

De todas…Porque todas han sido creadas desde cero y partiendo de ideas muy innovadoras. Pero, si tuviera que elegir, diría que tenemos un orgullo especial por los servicios de recarga electrónica de teléfonos móviles de prepago, una plataforma que ha sido innovadora a nivel mundial. Hemos creado un nuevo modelo de negocio y una tecnología que ha alcanzado el éxito internacional.

Sé que usted es un empresario extraordinariamente querido por su propia plantilla. Ellos han estado con usted. ¿Cómo se consigue esta confianza?

Hoy el trabajo se realiza gracias a un equipo en el que yo me siento un trabajador más. Y, por supuesto, es un orgullo tener el cariño y el respeto de mis colaboradores. En esta tierra, se dice: “Amor con amor se paga”

De quién aprende usted.

De todo y de todos, en mayúsculas. A quien quiere aprender, la vida le enseña cada día una nueva lección o un nuevo matiz. Además, yo también aprendo mucho de los errores porque sólo se equivocan los que hacen cosas o los que lo intentan. Prefiero que me pidan perdón antes de que me pidan permiso.

Usted choca con la imagen del Aragón tradicional… ¿Cree que hemos sabido “vender” esa otra foto de emprendedores que están exportando nuestro modo de hacer por todo el mundo?

Seguramente, no como nos gustaría a los aragoneses. Y eso que la nuestra es una tierra e gente noble, trabajadora y luchadora. Desde Joaquín Costa, esta tierra ha tenido muchos emprendedores.

¿Cómo le gustaría ver a su empresa dentro de diez años?

En el futuro sería feliz si pudiera comprobar que nuestra empresa sigue siendo un vehículo creador de riqueza en nuestro entorno, y por ello, transmisor de bienestar para su gente y para la sociedad. Desearía ver que esta empresa crece en un entorno de valores, de dinamismo y de cercanía.

Y, ¿Cómo querría verse usted?

Creo que el empresario tiene una gran responsabilidad para que todos podamos vivir en un mundo mejor, y por ello, querría verme como un simple servidor de los demás, de la sociedad en general. Y, por supuesto, me gustaría seguir emocionándome con nuevos retos.

¿Qué sueños tiene?

Mis sueños son muy sencillos. Me gustaría consolidar las diferentes líneas de negocio que estamos lanzando para poder dedicar más tiempo a familia y a mis amigos. Antes el tiempo era lo más barato y ahora es lo más difícil de conseguir. Es una de las paradojas del nuevo siglo.

¿Desconecta alguna vez el móvil?

Excepcionalmente. Pero sí lo hago cuando la ocasión lo requiere, ya sea porque estoy en una iglesia o en una reunión importante. Tan necesario es el teléfono móvil como saber utilizarlo bien en todo momento.

¿Qué recuerda de su localidad natal?

Sobre todo, el cariño de mis familiares. La tierra donde has nacido te da, no sabes por qué, unas sensaciones muy especiales que perduran durante toda la vida.

De niño, ¿Se imaginaba trabajando en un entorno tan global?

Claro que no. Recuerdo una conferencia de Henry Kissinger, uno de los grandes gurús de la economía, ofreció en u foro que reúne a todos los ganadores del Premio Emprendedor en Singapur. Él confesó que nunca hubiera apostado porque China se convirtiera en una gran potencia mundial. Y ¿Quién podría imaginar el desarrollo de la tecnología? Las previsiones sobre telefonía decían que los móviles iban a llegar a la mitad de la población y resulta que ahora hay más móviles que personas. Y ya estamos en la era de los teléfonos no sólo de persona a persona, si no de máquina a máquina .A estas alturas sólo puedo afirmar que la humanidad es impredecible.

Conserva aún sus amigos de sus “tiempos mozos”.

A veces, el trabajo y la lejanía condicionan tus relaciones. Pero siempre tienes cariño especial por esos amigos que marcaron tu infancia o tu juventud. Ellos son los que siempre te trata igual y también los más críticos también. Pero esa critica siempre ayuda para tocar con los pies en la tierra.

Sus aficiones… ¿También tienen que ver con las nuevas tecnologías?

Las nuevas tecnologías son para el trabajo. Para el ocio, prefiero el deporte, la naturaleza y la compañía de mi familia. El apoyo de la familia es fundamental para mí. Creo que, lo que hacemos, lo hacemos por la familia. Si eso falla, lo demás falla también.

Tiene algún rincón secreto…

Quizás el pueblo de mi mujer, Azanúy, donde tenemos una casita. Allí, en el jardín o en el campo o en el nombre es donde mejor te encuentras.

Usted ha recibido muchos premios… ¿Cuáles guarda con mayor orgullo?

Cada uno representa una muestra de reconocimiento y cariño. Hay premios que sentimentalmente agradezco mucho, como que me nombraran Aragonés del año o pregonero de las fiestas de mi localidad natal y de Monzón. Pero también fue un orgullo recibir un galardón como emprendedor a nivel nacional, que me llevó a representar a mi país, a España, en Singapur. Eso es impagable y, además, forma parte de mi patrimonio personal.

Los grandes momentos de su vida… ¿Tienen que ver con el trabajo o con su vida personal?

Si marcara grandes momentos en un calendario señalaría primero, el día en el que me casé con mi mujer, después, el nacimiento de mi hija…La mayoría de esos otros grandes días están relacionados con mi trabajo.

Una persona que, como usted, vive mirando al futuro… ¿Tiene tiempo de valorar el pasado?

Siempre hay que mirar de dónde vienes para saber a dónde vas y no perder la perspectiva. Pero, como se suele decir, “Agua pasada no mueve molino”. Creo que es necesario mirar atrás para tomar impulso y aprender de los errores. Y también, por supuesto, para dar las gracias a Dios por todo el viaje realizado.

Si sólo pudiera hacer una llamada… ¿A quién se la dedicaría?

Sin duda, a mi familia. Aunque no hay que olvidar que, con las posibilidades de las nuevas tecnologías,, con una sola llamada ya podría hacer una multiconferencia con mucha más gente.

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